TUMBA DE "LOS ATILIOS" (Sádaba)









[Hornacinas e inscripciones del monumento de Los Atilios]

Situación: El sensacional monumento funerario de los Atilios se conserva a las afueras de la localidad cincovillesa de Sádaba, una de las más monumentales de las Cinco Villas de Aragón sobre cuya situación se puede obtener más información en la entrada sobre Los Bañales de Uncastillo de este mismo blog. En la localidad se le conoce como el "Altar de los Moros" prueba del hábito del imaginario popular hispano de atribuir a la época "de los moros" cualquier resto antiguo, incluso, como en el caso, romano.
Acceso: Perfectamente indicado, a la izquierda de la carretera que une Sádaba con Uncastillo apenas a 2 kilómetros de Sádaba. Tomado el desvío se ha de continuar unos 200 metros por un amplio camino de grava -perfectamente transitable en coche- que, tras salvar una acequia, emprende una pendiente que, precisamente, corta la terraza geológica sobre la que se ubica el monumento, debidamente vallado y tal vez necesitado de una cartela explicativa para profanos. Para los amantes de la naturaleza, siguiendo dicho camino se llega -apenas en 500 metros- al Embalse de Valdelafuén desde el que, además, se obtiene una excelente panorámica del cerro de Puy Almanar, con evidencias de poblamiento protohistórico.
Tipología: La pared que hoy se conserva no es sino una de las cuatro que debieron constituir el monumento funerario (en su día cerrado -la tumba, panteón o mausoleo: un auténtico acotado funerario-) de la familia Atilia ubicado en la uilla o finca residencial y agrícola con que la misma contaría a la salida de la ciudad de Los Bañales y, seguramente, al pie de la vía romana que, desde Segia (presumiblemente la actual Ejea) y tras pasar por Los Bañales se dirigía hacia Pompelo (Pamplona), no en vano en la zona han sido recuperados diversos miliarios a modo de mojones kilométricos (
AE, 1966, 219 o AE, 1976, 338), que se conservan en viviendas particulares de Sádaba y que estarían al servicio de dicha vía. El monumento estaría, pues, vinculado al territorium de Los Bañales y, en concreto, a sus monumentos funerarios, práctica la de ubicar éstos en los accesos a las ciudades por otra parte habitual en el mundo romano. Sobre ellos puedes obtener información y bibliografía en el capítulo correspondiente del Área de Epigrafía Latina de Liceus E-Excellence.
Descripción: Aunque durante algún tiempo se pensó en una cronología del siglo III d. C. para el conjunto, hoy parece asumido que se trata de un monumento de época flavia, con paralelos en la decoración vegetal empleada con la que exhiben materiales arqueológicos recuperados en Sofuentes, en otro Mausoleo de otro miembro de la familia Atilia hoy reutilizado en el torreón medieval de la localidad, y también en la vecina zona navarra de Eslava. La adscripción a la Quirina tribus de los dos varones en él sepultados remite a los efectos que la extensión del ius Latii por Vespasiano tuvo en la zona promocionando a municipio flavio el vecino enclave de Los Bañales pues fue ése el distrito en que fueron censados los ciudadanos generados al abrigo de dicha disposición. La familia Atilia, por tanto, habría sido de las primeras en recibir la ciudadanía romana a partir del desempeño de alguna magistratura en la localidad siendo el único testimonio de que disponemos hasta la fecha sobre la élite política de la zona cincovillesa. En las fotografías superiores puedes ver en detalle los textos de las inscripciones (CIL, II, 2973). En la hornacina de la izquierda (la del centro en las imágenes) se lee la dedicatoria -por tanto en dativo- a C(aius) Atilius L(ucii) f(ilius) Quirina (tribu) Genialis, "abuelo" (auus) de Atilia Festa, en la del centro (la inferior en las imágenes) la erigida en honor de L. Atilius C(aii) f(ilius) Quirina Festus, "padre excelente" (pater optimus) de Atilia Festa, y en la de la derecha (la superior en las imágenes: nótense en ellas las hederae u "hojas de yedra" que sirven de signos de interpunción en el texto) la dedicatoria que "a sí mismo y en vida" (et sibi se uiua) se hizo la propia Atilia L(ucii) f(ilia) Festa, la promotora del conjunto. A partir de las tres puede percibirse con claridad todo el proceso de transmisión de los nombres romanos, los denominados tria nomina: el gentilicio o nomen (Atilius) se transfiere de padres a hijos sean éstos o no varones, el praenomen o nombre personal (Caius y Lucius) que sólo portan los varones, es variable -aunque usualmente se repiten en una misma familia, así L. Atilius, hijo de C. Atilius, lleva el mismo praenomen que tuvo su abuelo, aludido en la filiación del segundo: C. Atilius L. f.- como lo es también el cognomen: Genialis, Festus o Festa a modo de segundo elemento individualizador de la onomástica latina.
Bibliografía: Al margen de los estudios que se citan en relación a Los Bañales de Uncastillo en este mismo blog sigue siendo una referencia -con las oportunas matizaciones cronológicas que aquí se han hecho- los trabajos de GARCÍA Y BELLIDO, A.: "La villa y el Mausoleo romano de Sádaba", Archivo Español de Arqueología, 35-36, 1962-63, pp. 166-170 y de MENÉNDEZ PIDAL, R.: "El Mausoleo de los Atilios", Archivo Español de Arqueología, 43, 1970, pp. 89-112, los dos, Antonio García y Bellido y Ramón Menéndez Pidal insignes historiadores. Muy didáctico resulta el tratamiento que hace del monumento -con síntesis de las aportaciones de estos dos trabajos- LOSTAL, J.: Arqueología del Aragón Romano, Zaragoza, 1982, pp. 68-71 y la inserción del mismo en el contexto de la arquitectura funeraria de las elites hispanas abordada por CANCELA, Mª L.: "Los monumentos funerarios de las elites locales hispanas", en NAVARRO, M., y DEMOUGIN, S. (eds.): Élites Hispaniques, Burdeos, 2001, pp. 105-120.
Recursos en internet: Nuevamente, remitimos al tratamiento dado al conjunto por Roberto Lérida. El Ayuntamiento de la villa de Sádaba ofrece también una válida -aunque mejorable- guía sobre el conjunto. Existe un activísimo foro de discusión sobre los
monumentos de las Cinco Villas en internet en el que se pueden encontrar datos sobre otros yacimientos arqueológicos de la zona.
Recomendaciones: No sólo visitar el castillo -construido por Sancho El Fuerte de Navarra no en vano fue ésta tierra de frontera entre los reinos de Navarra y Aragón- y el casco histórico medievales de Sádaba sino, si es posible, tomar un pincho de tortilla, o un simple cortado en el popular bar El Gallo -en la confluencia de las carreteras que acceden a Sádaba desde Navarra o desde Zaragoza- o, para paladares más exigentes, en la afamadísima Hospedería de Sádaba (tal vez con precios algo abusivos, al menos en fin de semana) o -apenas a 15 kilómetros de Sádaba en dirección a Ejea de los Caballeros- en el restaurante del complejo recreativo El Bolaso (las recreaciones con foie son sencillamente excelentes...). En cualquier caso, seguramente donde mejor se come en la zona es en el Restaurante Laura, en la antigua estación de autobuses de Sádaba. Manuel, quien lo regenta, es un auténtico maestro de la cocina casera y económica: visita también obligada. Y, aunque casi resulte una recomendación más arqueológica que gastronómica, para comprender el mundo funerario romano en la zona, resulta grato visitar los imponentes restos de un mausoleo romano en forma de altar excavados en Farasdués, no lejos de Ejea de los Caballeros. Para llegar a él se ha de tomar en la carretera de acceso al pueblo la vía que discurre paralela al Canal de Bardenas girando en la primera pista a la izquierda. Al llegar a unos chopos, se deja el coche y se continúa, a la derecha, atravesando un campo de maíz. Tras cruzar dos pequeñas conducciones de agua, se encuentra, imponente, el Mausoleo (ver foto aquí). Y, seguro, que en la Taberna El Sauco, en Farasdués, Indra y Enrico os podrán atender con un menú del día ideal para reponer fuerzas. Todo un descubrimiento.

1 comentario:

dani dijo...

Un artículo muy interesante, algo desconocido por mi parte. Las fotografías muestran claramente lo expresado en el articulo y estan bien realizadas.
Un acierto este blog "OPPIDA IMPERII ROMANI"
Saludos