CARA (Santacara)



[Calle y pedestal con calceus de bronce del Museo de Navarra]


Situación: Las ruinas de la ciuitas de los Carenses, en el antiguo conuentus Caesaraugustanus (Plin. Nat. 3, 3, 24) se encuentran en la localidad navarra de Santacara, no demasiado lejos de Olite, otro de los atractivos turísticos de Navarra. La localidad de Santacara está atravesada por la C-124 y es perfectametne accesible desde algunos de los enclaves turísticos que se citan al final de esta entrada.
Acceso: El yacimiento, perfectamente indicado y sobre una de las terrazas del vecino río Aragón, está situado al Sur de Santacara, casi pegado al casco urbano de la localidad y a la propia C-124. En la zona existe una pequeña explanada que permite el estacionamiento de vehículos así como un pequeño -y algo descuidado- parque que sirve de acotado al propio yacimiento.
Tipología: Cara -aunque en las fuentes epigráficas sus ciues aparecen como Karenses y no como Carenses- es una ciudad romana -estipendiaria en Plinio- que aparece citada como mansio viaria -lugar, por tanto, de descanso de viajeros- en la ruta de Zaragoza a Pamplona, tanto en el Itinerario de Antonino (It. Ant. 455, 5) como en el Cosmógrafo de Ravena (Rav. 4, 43, 311). De su papel al servicio de dicha vía hablan varios miliarios recuperados en la zona (AE, 1971, 201, con la explícita indicación a Cara [m(illia) p(assuum): "tantas millas desde Cara", que remite al papel de aquélla como eje viario, y Lostal, J.: Los miliarios de la provincia Tarraconense, Zargoza, 1992, nºs 33, 34, 104, 144 y 135) y el amplísimo repertorio que, procedente de la vecina Carcastillo, ha de relacionarse con Cara (Lostal, J.: Los miliarios de la provincia Tarraconense, Zaragoza, 1992, nºs 123 y 167). Presumiblemente debió convertirse en municipio flavio a partir del 70 d. C. Un individuo de origo K(a)ren(s)is -Porcius Felixs- está atestiguado en una conocida estela funeraria del Museo de Navarra (AE, 1962, 398) y la que -tal vez- fue la ciudadana más ilustre de la localidad en la Antigüedad -Postumia Nepotiana- es homeanejada por su marido, T. Porcius Verrinus, flamen del culto imperial provincial (RIT, 326) en un epígrafe ya perdido procedente de Tarraco.
Descripción: Para aprehender siquiera aproximadamente, el esplendor que debió tener la ciudad de Cara, el viajero debe visitar -después de las ruinas- algunos de los materiales que, procedentes de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la ciudad en décadas anteriores, se conservan en el Museo de Navarra, particularmente: un pedestal para una estatua de bronce y una impresionante serie de capiteles pertenecientes a alguno de los edificios públicos de la ciudad (ver aquí foto de uno de ellos). De ella, in situ, apenas puede adivinarse el trazado urbano con amplias calles pavimentadas (ver foto aérea aquí) y la robusta cimentación de un singular edificio recientemente interpretado como sacrarium.
Bibliografía: Al margen de las síntesis de fuentes que han hecho sobre Cara tanto PERÉX, Mª J.: Los Vascones (el poblamiento en época romana), Pamplona, 1984, pp. 128-138 como ANDREU, J.: "Ciudad y territorio en el solar de los Vascones en época romana", en ANDREU, J. (ed.): Navarra en la Antigüedad. Propuesta de Actualización, Pamplona, 2006, pp. 216-218, hoy día contamos ya con un extensísimo trabajo de MEZQUÍRIZ, Mª A.: "La antigua ciudad de los Carenses", Trabajos de Arqueología Navarra, 19, 2006, pp. 147-268, disponible, además, en la red y que recopila y valora todas las fuentes -también literarias y epigráficas- disponibles. También, sobre aspectos algo más específicos -y sobre algunas de las piezas más singulares recuperadas en el lugar- pueden verse: MEZQUÍRIZ, Mª A.: "Hallazgo de un calceus de bronce en Santacara", en Bronces y Religión Romana. Actas del XI Congreso Internacional de Bronces Antiguos, Madrid, 1993, pp. 301-302 (que puede descargarse desde aquí a partir de la reedición que se hizo del mismo en el número de Trabajos de Arqueología Navarra en homenaje a la propia Mª Á. Mezquíriz) y "Retrato masculino aparecido en las excavaciones de Santacara (Navarra)", Príncipe de Viana, 144-145, 1976, pp. 305-327 (al que puedes acceder desde aquí, también a partir del número monográfico antes citado).
Recursos en internet: Al margen de los links que hasta aquí se han citado -todos vinculados a Cara pero indirectamente, excepto los trabajos de Mª Á. Mezquíriz- tal vez la loable apuesta del Gobierno de Navarra por promocionar otros yacimientos romanos como Andelo o la villa romana de Arellano ha dejado a Cara algo al margen pese a la importancia del enclave y de los materiales en él recuperados. Ojalá que la modesta aportación que hace nuestro blog tenga continuidad en una mayor presencia de Cara en la red.
Recomendaciones: A un paso de la Navarra Media -una de las áreas más hermosas de Navarra-, la visita a Cara -que puede complementarse, en una misma jornada, con la de Andelo (a apenas 50 kilómetros) o la de Los Bañales (a 33 kilómetros -no en vano, Cara fue mansio viaria en la vía de Caesaraugusta a Pompelo inmediatamente después de Segia y de Tarraca, que se viene identificando con dicho yacimiento- ya en tierras zaragozanas) es la excusa perfecta para adentrarse sino en toda la Zona Media de Navarra (aunque Santacara es también un buen portal para conocer la Ribera de Navarra) sí, al menos, en tres de sus más singulares rincones: la laguna de Pitillas -la reserva natural de la biosfera más septentrional de la Península Ibérica-, el Monasterio de La Oliva -impresionante conjunto cisterciense- y, por supuesto, la villa medieval de Ujué donde, además de visitar a Nuestra Señora Santa María la Real de Ujué se pueden degustar -a nuestro gusto, en el Mesón Las Torres aunque, naturalmente, existen otras opciones- unas estupendas migas con vistas a la impresionante Sierra de Ujué. Y de Ujué no hay que marcharse sin un paquete de las deliciosas almendras garrapiñadas...

ERCAVICA (Cañaveruelas)














[Castro de Santaver, detalle de una de las viviendas y cisterna]
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Situación: La antigua comunidad de los Ercauicenses, citada por Plinio como poseedora del Latium uetus (Plin. Nat. 3, 3, 24) -es decir, el "derecho Latino antiguo"-, está situada en las cercanías de la localidad conquense de Cañaveruelas, a poco más de 70 kilómetros de Cuenca (ver Mapa), ciudad cuya visita es también inexcusable para quien se acerque al Castro de Santaver, el extensísimo cerro -del que reproducimos una imagen en la parte superior de esta entrada- que acogió el antiguo municipio latino de Ercauica.
Acceso: A Cañaveruelas se llega por la carretera N-320 que une Cuenca con Guadalajara. Una vez en Cañaveruelas, el viajero ha de atravesar el pueblo -tomando siempre dirección a la derecha- y, al llegar a la Plaza del Ayuntamiento, girar hacia la izquierda e, inmediatamente, entrar -a la derecha- en una pista que -bien señalizada y necesitada de algún parche- conduce directamente al yacimiento. A la entrada existe, junto a una zona con columpios para niños, un pequeño aparcamiento.
Tipología: Ubicada por Ptolomeo (Ptol. 2, 6, 57) entre las póleis de los Celtíberos -como la no demasiado lejana Arcobriga, también en este blog-, Plinio -como se dijo- alude a su condición de beneficiaria del derecho Latino lo que permite suponer que alcanzaría el estatuto municipal en época de Augusto, en la misma fecha y circunstancias que se aludieron, por ejemplo, para Cascantum. Antes de dicha promoción -y en un momento en que es aludida por Tito Livio como potens et nobilis ciuitas (Liv. 15, 50) en relación a las campañas de Graco contra los Celtíberos- emitió ases y, después, entre Augusto y Calígula acuñó amplias series monetales con el rótulo MVN(icipium) ERCAVICA (ver imagen aquí). Además de los IIuiri que se documentan en dichas monedas -testimonio de la vida municipal del enclave-, la documentación epigráfica procedente del yacimiento confirma dicha promoción augústea por la adscripción a la Galeria tribus de sus ciues (CIL, II, 3165a e HEp9, 304), y por el disfrute de magistraturas de algunos de ellos como, por ejemplo, M(arcus) Calp[urnius] Lu[pus], de origo Ercauicensis y homenajeado en Tarraco (RIT, 265) tras haber desempeñado todas las magistraturas en su ciudad natal, la propia Ercauica, o el IIuir y aedilis [Ser]uius Helius Auit[us] (HEp9, 304). La existencia de un ordo decurionum -órgano de decisión a modo de Senado local básico en cualquier cuadro administrativo municipal- está atestiguada también por dos inscripciones (AE, 1987, 663 y 662).
Descripción: Con una extensión aproximada de algo más de 16 hectáreas quien visita las ruinas de Ercauica obtiene una evidente impresión: la extraordinaria capacidad de adaptación de Roma al medio físico aprovechando las diversas terrazas del denominado Castro de Santaver para la instalación de una amplísima red doméstica -de la que se conoce un porcentaje mínimo pero extraordinariamente representativo- y de una monumental plaza pública porticada, capacidad ésta de urbanización que se encuentra contrastada también en otras dos ciuitates bien cercanas, Valeria y Segobriga. Dotada de una monumental muralla -recientemente estudiada-, lo más llamativo del conjunto lo constituye sin duda el buen estado de conservación de la arquitectura doméstica -con detalle, también, en una de las instantáneas que ofrecemos más arriba-. Las viviendas están dotadas -en algunos casos- de pinturas y estucos con cenefas vegetales, cuentan con sistemas de recogida y almacenamiento de agua y se abren a calles porticadas. Las maquetas que se han instalado en puntos estratégicos del recinto arqueológico, aunque algo maltrechas, permiten al visitante abstraer la organización urbanística de esta impresionante ciuitas.
Bibliografía: Sobre su estatuto municipal, sigue siendo inexcusable el capítulo que le dedica a la ciudad ALFÖLDY, G.: Römisches Stadtwessen auf der neukastilischen Hochebene. Ein Testfall für die Romanisierung, Heidelberg, 1987, pp. 66-68 (después completado en ALFÖLDY, G.: "Aspectos de la vida urbana en las ciudades de la Meseta Sur", en GONZÁLEZ, J. (ed.): Ciudades privilegiadas del Occidente Romano, Sevilla, 1999, pp. 467-485), asunto sobre el que trazó una excelente síntesis CARRASGO, G.: "Sobre los municipia del ámbito territorio castellano-manchego", Espacio, Tiempo y Forma. 2. Historia Antigua, 12, 1999, pp. 309-324 y sobre el que hemos vuelto en un capítulo consagrado al asunto en un libro llamado a ser una referencia sobre el mundo romano en la zona: CARRASCO, G. (ed.): La Romanización en el territorio de Castilla La Mancha, Cuenca, 2008. Una valoración de los datos arqueológicos puede verse en OSUNA, M.: "Diez años de excavación en Ercavica (Cañaveruelas, Cuenca)", en Homenaje al Prof. Martín Almagro Basch. III, Madrid, 1983, pp. 263-268, en los distintos capítulos consagrados a la arqueología ercavicense en V. V. A. A.: Ciudades romanas en la provincia de Cuenca. Homenaje a Francisco Suay Martínez, Cuenca, 1997, pp. 169-346, y en el reciente trabajo monográfico de LORRIO, A.: Ercavica. La muralla y la topografía de la ciudad, Madrid, 2001. Como síntesis sobre las ciudades de la zona sigue siendo válido el trabajo de FUENTES, Á.: "Las ciudades romanas de la Meseta Sur", en La ciudad hispano-romana, Madrid, 1991, pp. 183-192.
Recursos en internet: Al margen de la página monográfica de que el yacimiento goza en internet y a la que aludimos respecto de las imágenes (pincha aquí), el ya aludido investigador A. Lorrio es autor de una entrada dedicada a esta ciuitas en la Biblioteca Digital Miguel de Cervantes que ofrece, además, un notable banco de imágenes y planimetría sobre el lugar (pincha aquí) así como un actualizado repertorio bibliográfico. Por la envergadura de sus restos, también las instituciones públicas de Castilla La Mancha dedican cierta atención al yacimiento. Así, pueden visitarse las entradas dedicadas a Ercauica por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha o -ésta más modesta- por la Diputación de Cuenca.
Recomendaciones: Lógicamente, la visita a Ercauica debe completarse -si al viajero le resulta posible- con la de las otras dos ciudades romanas conocidas en la provincia de Cuenca y arriba citadas: Valeria -en Valera de Arriba, al Sur de Cuenca- y, por supuesto, Segobriga -al Este de la capital y con espacio, también en otro lugar de nuestro blog-. Por ello, Cuenca se antoja el centro neurálgico para dicho fin y su Museo Arqueológico -poco visitado pero excelente- ofrece un complemento documental fundamental para el interesado en estas tres comunidades antiguas. Y para alojarse, la amplísima oferta hotelera conquense ofrece todo tipo de posibilidades: desde hoteles con encanto casi colgados sobre el río Júcar -como La Posada San José, tras la Catedral- a otros más funcionales pero muy bien ubicados -en la zona comercial de la ciudad- y como punto de partida ideal para las excursiones aludidas. Entre ellos, destacaríamos el Hotel Alfonso VIII. Cuenca no necesita pretextos para ser visitada pero el Centro Asociado de la UNED en dicha ciudad viene organizando desde hace un par de años y en el marco de sus Cursos de Verano unas interesantes aproximaciones al mundo romano antiguo dignas de reseñar. Tampoco la gastronomía conquense necesita ponderación -especialmente en el frío invierno- y el Restaurante Banzo, o el Recreo Peral, en Cuenca -este último a orillas del Júcar-, ofrecen una sugerente adaptación del morteruelo, el gazpacho pastor y otros platos tradicionales de la zona a la moderna "cocina de autor". Y, desde luego, al pasear por la parte alta de Cuenca, hay una canción del más popular conquense, José Luis Perales, -o tal vez muchas...- que constituyen una "banda sonora" inevitable.

ARCOBRIGA (Monreal de Ariza)




[Cerro Villar de Monreal de Ariza y detalle de las termas]

Situación: El yacimiento de Arcobriga está situado en la localidad argonesa de Monreal de Ariza, al Oeste de la provincia de Zaragoza (ver Mapa), no demasiado lejos de reclamos turísticos como Calatayud, los baños de Alhama de Aragón, y -ya en tierras sorianas- el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta o el arco romano y conjunto medieval de Medinaceli. Monreal de Ariza es perfectamente accesible desde la denominada Autovía del Nordeste (A-2), a apenas 40 kilómetros de Medinaceli y a 50 de Calatayud, de cuya Comarca forma parte.
Acceso: Al Cerro Villar -solar de la antigua Arcobriga- se accede por un camino que, a la derecha de la carretera que conduce a Monreal de Ariza a partir de la A-2, parte de aquélla justo en frente de la primera nave industrial ubicada antes de llegar al pueblo, y fácilmente reconocible por ser de color azul y rojo bien vistosos. A partir de ahí, se sigue siempre recto hasta el mismo Cerro Villar del que ofrecemos fotografía en la parte superior de esta entrada (imagen inferior).
Tipología: Citada por las fuentes literarias (Plin. Nat. 3, 24; Ptol. 2, 6, 57, entre las póleis de los Celtíberos; y los Itinerarios de Antonino -It. Ant. 436, 5- y de Ravena -Rav. 309, 18- que la citan como mansio en la vía del Jalón) y por las epigráficas (HEp10, 637 y AE, 1979, 430), Arcobriga fue una ciudad celtibérica en territorio de los belos que, seguramente, como demostrara no hace mucho G. Alföldy, al aparecer como patria del malogrado soldado C(aius) He[ius Ma]nsu[etus] en una inscripción procedente de Mogontiacum (AE, 1979, 430) en la que dicho individuo porta la Quirina tribus es presumible alcanzaría el estatuto de municipio en época flavia. Sobre dicha promoción puedes descargar desde aquí un trabajo nuestro que la contextualiza en el ámbito de la de las comunidades del conuentus Caesaraugustanus. En cualquier caso, sobre la vida histórica, las fuentes y los restos arqueológicos de esta comunidad existe una modesta pero encomiable guía elaborada por la Asociación Cultural Ciudad de Arcobriga, que puede descargarse desde internet (pincha aquí para la página 1 y página 2).
Descripción: Las ruinas de Arcobriga se extienden por las dos grandes mesetas que conforman el Cerro Villar -debidamente amurallado aprovechando la orografía del terreno- concentrando el segundo montículo la parte más monumental de la ciudad, con unas termas recientemente revisadas y acondicionadas para su visita y los restos de un posible templo. En las termas (con foto en el encabezamiento de esta entrada), en el caldarium, se conserva in situ una inscripción sobre bloque arquitectónico seguramente alusiva a la donación por parte de un tal C(aius) Allar(ius) de parte del conjunto recreativo (HEp1, 655). Su planta -semejante a la de las termas de Los Bañales de Uncastillo- ofrece un extraordinario ejemplo sobre este tipo de singular edificio romano. Por lo demás, la primera meseta del Cerro Villar debió concentrar el hábitat doméstico tal como testimonian los restos de viviendas abiertas a una calle central que fueran exhumados por el Marqués de Cerralbo y la altísima concentración de cerámica romana por la zona. En cualquier caso, para una visita provechosa se recomienda dirigirse inicialmente a la segunda meseta del Cerro pues en ella se ha instalado una pequeña caseta con unos didácticos paneles explicativos sobre el conjunto y a partir de ahí iniciar el recorrido arqueológico.
Bibliografía: Excavada a comienzos del siglo XX por el Marqués de Cerralbo (en cuyo Museo se han custodiado algunos de los objetos procedentes de dichas campañas, como han anotado recientemente JIMÉNEZ, C., y CABALLERO, C. J.: "La ciudad de Arcobriga en el Museo Cerralbo: las termas", Boletín del Museo Arqueológico Nacional, 20, 1-2, 2002, pp. 31-50), los materiales por él exhumados fueron revisados por BELTRÁN LLORIS, M. et alii: Arcobriga (Monreal de Ariza, Zaragoza), Zaragoza, 1987 -excelente puesta al día de los trabajos publicados por el propio Marqués de Cerralbo en 1909 sobre la Arqueología del Alto Jalón (reeditados en AGUILERA Y GAMBOA, E. de: El Alto Jalón. Descubrimientos arqueológicos, Sigüenza, 1999)- y por CABALLERO, L. (dir): Arcobriga II. Las cerámicas romanas, Zaragoza, 1992. La primera síntesis -con planimetría- del enclave, la realizó LOSTAL, J.: Arqueología del Aragón Romano, Zaragoza, 1982, pp. 200-202 y sigue siendo válida como también lo es la recopilación de fuentes y el planteamiento que sobre el solar de la ciuitas indígena hace ASENSIO, J. Á.: La ciudad en el mundo prerromano en Aragón, Zaragoza, 1995, pp. 57 y 58 y 328. Recientemente, se han editado algunos datos interesantes sobre el territorio de la ciuitas (GONZALO, L. A.: "Arcobriga, avance de las intervenciones 2003 y 2004", Kalathos, 22-23, 203-2004, pp. 353-368) revitalizada gracias a los trabajos del equipo de L. A. Gonzalo. Para su promoción a municipio flavio puede verse ALFÖLDY, G.: "Arcobriga in Hispanien. Ein flavisches Municipium", Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik, 136, 2001, pp. 239-250.
Recursos en internet: Diversas son las entradas que Arcobriga ofrece en la red. Entre ellas destacamos la correspondiente voz de la Gran Enciclopedia Aragonesa -muy bien documentada-, la página Un viaje por el Alto Jalón, con información -sobre todo histórica- acerca del yacimiento y de sus alrededores, y la sección que le dedica Turismo de Zaragoza, con fotografía aérea del enclave. Pero, sin duda, el blog gestionado por la Asociación Cultural Ciudad de Arcobriga es la referencia inexcusable sobre Arcobriga en la red, con posibilidad, incluso, de informarse sobre las atractivas actividades que organizan para promocionar el yacimiento y de -como se dijo-descargar desde él el último folleto editado sobre el lugar.
Recomendaciones: Por su ubicación, casi en el límite entre las provincias de Zaragoza y de Soria, Arcobriga se antoja como el punto de partida ideal desde el que aproximarse a la denominada Ruta de las Ciudades Celtibéricas (para la parte aragonesa, puedes descargar información desde aquí) que, además, en un radio no superior a 100 kilómetros ofrece los enclaves de Termes (en Montejo de Tiermes), Numantia (en Garray, con presencia también en nuestro blog) -ambas en Soria- y, muy cerca, los de Bilbilis (Huérmeda-Calatayud) y Segeda (Poyo de Mara-Belmonte) -ambas en Zaragoza-. Sólo dos recomendaciones de alojamiento en la ruta: la Pensión Betania, en Almazán y el confortable Hotel Castillo del Ayud, en Calatayud.

CONIMBRIGA (Condeixa)











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[Accede desde aquí a recreaciones 3D del urbanismo conimbricense]

Situación: El yacimiento arqueológico de Conimbriga es, sin lugar a dudas, todo un emblema en Portugal. Está ubicado a apenas 20 kilómetros de la ciudad de Coimbra, entre los municipios portugueses de Condeixa-a-Nova y Condeixa-a-Velha. Aunque muy accesible desde Coimbra y desde los municipios citados (se encuetnra perfectamente señalizado), existe una salida específica al yacimiento en la autopista A-1 que enlaza Lisboa y Oporto.
Acceso: La excelente página web oficial del yacimiento y de su Museo (accesible desde aquí) ofrece un detallado mapa de acceso al enclave, al que remitimos.
Tipología: Asentada sobre un antiguo oppidum indígena, Conimbriga -referida en las fuentes clásicas tradicionales (Plin. Nat. 4, 113)- promocionó a municipio en época flavia. Así lo atestiguan no sólo el extraordinario desarrollo arquitectónico que vive la ciudad en la época -seguramente rebautizada con el adjetivo Flauia como Fl(auia) Conimbrica (AE, 1969/70, 247) y dotada de un impresionante foro a modo de plaza pública en dicho momento- sino también la adscripción a la Quirina tribus de algunos de sus ciues (AE, 1971, 162 o CIL, II, 395). Se trata por tanto de un municipio flavio que debió perdurar hasta la invasión sueva en el siglo V d. C., aunque ya para entonces, la ciudad se había retrotraído en su extensión como aprecia el visitante al comprobar que la muralla (en el centro de esta imagen) dejó fuera de la trama urbana un amplio conjunto de viviendas de cronología anterior. Curiosamente, el topónimo devino en el de la medieval Coimbra, situada, como se ha dicho, unos kilómetros al Norte y que, sin embargo, en época romana habría correspondido a la Aeminium de las fuentes (Plin. Nat. 4, 113 o Ptol. 2, 5, 6).
Descripción: Con casi una treintena de puntos excavados y bien conocidos -principalmente viviendas y arquitectura pública (anfiteatro, foro y termas)- el yacimiento de Conimbriga ofrece una perfecta y muy didáctica aproximación a la apariencia arqueológica habitual de algunos de los conjuntos clásicos de las ciudades romanas: las obras hidráulicas -con conjunto de acueducto y diversas termas cívicas y domésticas-, la estructura de la domus clásica -con estancias abiertas a un peristilo ajardinado y pavimentos musivos de notable belleza (el patio del Museo Monográfico ofrece una reconstrucción perfecta de este tipo de estructura, reconstrucción de la que ofrecemos imagen en una de las fotografías de esta entrada)-, el anfiteatro -en proceso aun de puesta en valor y revisión- y, sobre todo, el foro, con dos grandes espacios porticados conformando una amplia plaza central presidida por el templo del culto imperial. La visita del yacimiento debe completarse con la de su sensacional Museo Monográfico. En la última sala éste ofrece una notable colección de material epigráfico (una selección del amplísimo lote proporcionado por el enclave) en el que destaca el repertorio funerario, con una monumental cupa -singular sepulcro en forma de tonel bien constatado en el área olisiponense y emeritense (AE, 1972, 239)- y algunas estelas funerarias de diverso tipo (CIL, II, 393; Conimbriga 35, 40 ó 64; y EE, IX, 32, entre otras) procedentes de la necrópolis de la ciudad.
Bibliografía: En el yacimiento de Conimbriga se han formado generaciones y generaciones de arqueólogos, no en vano, los directores de las excavaciones se cuentan entre los más prestigiosos arqueólogos del siglo XX: Virgilio Correia, Jorge de Alarcao o Robert Étienne, por ejemplo, han coordinado dichos trabajos siendo responsables de la mayor parte de la producción bibliográfica sobre el enclave. Insustituible es, en este sentido, la serie ALARCAO, J. de (coord.): Fouilles de Conimbriga, París 1975-1979, con hasta siete volúmenes dedicados a la arquitectura, las monedas, la cerámica, la escultura y las inscripciones... También son válidas las guías de CORREIA, V. H.: Conimbriga: guia das ruínas, Oporto, 2003 y la clásica de ALARCAO, J.: Conimbriga, o chao escutado, Lisboa, 1999 aunque existen algunas monografías específicas sobre algunos periodos de su historia, por ejemplo DE MAN, A.: Conimbriga: do Baixo Império à Idade Média, Lisboa, 2006. Una síntesis válida -y también clásica- sobre la ciudad en el contexto de la vida urbana romana en Portugal puede verse en ALARCAO, J.: "Las ciudades romanas de Portugal", en La ciudad hispano-romana, Madrid, 1993, pp. 206-223, volumen éste muy accesible en las bibliotecas universitarias españolas.
Recursos en internet: La presencia de Conimbriga en la popular y consultadísima enciclopedia digital Wikipedia -y en diversos idiomas- da prueba de la popularidad de ésta en la red. Sin embargo, la ya aludida página oficial del yacimiento constituye la referencia clave que -incluso- ofrece la opción de una visita virtual a las ruinas, extraordinariamente bien lograda. Se recomienda también la lectura del material que ofrece el curso virtual Conimbriga, de oppidum a municipium y, especialmente, la síntesis que el actual responsable de las excavaciones, Virgilio Hipólito Correia, hace en el sensacional marco de la Biblioteca Digital Cervantes Virtual.
Recomendaciones: Visitar Conimbriga constituye la excusa perfecta para adentrarse en la denominada Regiao Centro de Portugal y, especialmente, en la Beira Litoral que tiene en Aveiro, Coimbra y Leiria sus centros principales. Pero no demasiado lejos queda también la Beira Interior y en ella el viajero -más si es amante de la Antigüedad Clásica- debe detenerse en Viseu, tenida por cuna del caudillo lusitano Viriato (sobre él, no debe dejarse de leer la biografía propuesta por PASTOR, M.: Viriato, el héroe hispano que luchó por la libertad de su pueblo, Madrid, 2004). Por centrarnos en Coimbra, al margen de sus múltiples encantos turísticos, nos atrevemos a recomendar el alojamiento en el mágico Hotel da Quinta das Lágrimas -que rebosa romanticismo y alusiones continuas a la Historia de Portugal y al poema épico nacional Os Lusíadas- y una cena con fados en el restaurante O Trovador, al lado de la Sé Velha. No demasiado lejos, también el Hotel do Buçaco (a apenas 30 kilómetros de Coimbra) se antoja un lugar adecuado para evadirse. Y si aun tienes dudas de si visitar o no Coimbra, o las saudades después de haberlo hecho te invaden, tu vídeo es éste.