E-PIGRAPHIA


[Recreación infantil, a cargo de la joven dibujante Marta Guijarro -ver sus creaciones aquí- del recinto dedicado a la Victoria Augusta por M. Fabius Nouus y Porcia Fauentina descubierto recientemente en el foro de la ciudad romana Los Bañales, Uncastillo, Zaragoza]

Quien es asiduo de este blog sabe que los títulos de los posts son siempre términos o expresiones latinas (o, en un caso, hasta la fecha, griegas) que después guardan relación con lo que en el post se comenta o, en la mayoría de los casos, nombres de antiguas ciudades -oppida- del vasto Imperio Romano -de ahí el nombre del blog, oppida Imperii Romani- y, en particular, y muy especialmente, hispanas. El post de hoy es, desde luego, una excepción, una merecida excepción aunque, no descarto que, para seguir dando vida a este espacio, no sea la última. Si hace unos días rendíamos homenaje a la tensión intelectual -y a la emoción, casi a la pasión, a la manía, en el sentido griego del término: "locura"- que supone la dedicación a la Arqueología (pincha aquí) hoy quiero dedicar una entrada a, fundamentalmente, recomendar un blog -el que lleva por título E-Pigraphia, responsabilidad de un colega de la Universidad de Las Palmas de Gran Canariael Dr. Ramírez Sánchez- y a reivindicar el valor que los textos escritos sobre soporte duro tienen para nuestro conocimiento de las sociedades del pasado algo que, desde luego, ya sabe quien es asiduo lector de esta bitácora y quien se dedica al estudio -aunque sea a nivel aficionado- de la Antigüedad Clásica. Que el título de este post no sea un término latino -o no lo sea stricto sensu- ya advierte del primer acierto del blog que aquí deseo recomendar, un blog que, con el subtítulo de "Epigrafía en Internet", y gracias al buen hacer de su gestor es, desde luego, un espacio insustituible -junto con la página Current Epigraphy y al igualmente sensacional blog Épigraphie en réseau- para estar al día no sólo sobre las últimas tendencias de investigación en la "ciencia de las inscripciones" -como podríamos definirla con el genial Louis Robert- sino sobre la relación entre aquéllas, las inscripciones, y los nuevos soportes tecnológicos, una relación cada vez más madura como nosotros mismos tuvimos oportunidad de valorar en un capítulo de nuestro Fundamentos de Epigrafía Latina (Liceus Ediciones, Madrid, 2009) y que, desde luego, aun habrá de depararnos muchas sorpresas futuras (dos ejemplos: lo dinámico del grupo Archivum Epigraphicum Hispanicum/Archivo Epigráfico de Hispania en Facebook donde se ha creado una comunidad de trabajo entre epigrafistas y estudiantes ciertamente efervescente o los excelentes resultados que, gracias a un multidisciplinar equipo italiano y para la documentación del célebre monumentum Ancyranum que propagó las Res Gestae diui Augusti -el testamento político de Augusto- está ofreciendo la técnica fotogramétrica: pincha aquí). Por cierto, no olvide el lector de este blog que la lista de enlaces que se recomiendan a la derecha de la pantalla se va actualizando semanalmente muchas veces, además, con vuestras sugerencias y aportaciones...¡Gracias!

Conocí E-Pigraphia cuando, hace algo más de un año, el citado blog compartió un vídeo que, en Los Bañales, y con la colaboración del Canal UNED, elaboramos sobre el hábito epigráfico hispano y una de sus manifestaciones más singulares, las cupae (ver aquí). Ya entonces me pareció un espacio con muy buenas intenciones y, desde luego, en este tiempo he comprobado que es, prácticamente, el blog que a cualquier epigrafista -aunque, en realidad, yo creo que todos los profesionales de la Antigüedad somos historiadores, part-time arqueólogos, part-time filólogos, part-time epigrafistas y, siempre, humanistas- nos gustaría firmar. Noticias sobre eventos científicos, reseñas críticas e informativas sobre nuevas publicaciones, anotaciones sobre nuevos sites en internet relacionados con las escrituras antiguas sobre soporte permanente -que eso son las inscripciones y a su estudio se dedica la Epigrafía- lo convierten hoy, desde luego, en un blog extraordinario que no debe faltar en la lista de favoritos de los seguidores de este Oppida Imperii Romani. ¿Qué sería de nuestros conocimientos sobre el pasado de las sociedades históricas si no hubiéramos conservado su legado epigráfico?... Ahí queda la recomendación, estoy convencido que E-Pigraphia no te defraudará y que, además, te ayudará a enamorarte -aun más- del mundo clásico...

NOTA.- En las últimas semanas han visto la luz dos trabajos míos -de carácter docente y, por tanto, didáctico- fruto de mi dedicación docente como Profesor Titular del Departamento de Historia Antigua de la Universidad Nacional de Educación a Distancia- que contienen algunas reflexiones sobre la Epigrafía que, tal vez, guste conocer a los lectores de Oppida Imperii Romani, sean o no estudiantes -todos somos, en cierta medida, estudiosos- de la Historia de la Antigüedad y que vienen muy bien como colofón a lo dicho en este post: ANDREU, J.: "La Historia Antigua y otras Ciencias de la Antigüedad: Arqueología, Epigrafía y Numismática", en CASADO, B. (coord.): Tendencias Historiográficas Actuales. I, UNED, Madrid, 2012, pp. 229-325 (pincha aquí para tener más datos sobre el volumen) y, especialmente, ANDREU, J.: "La investigación sobre fuentes epigráficas: las inscripciones y su contribución a la Historia de la Antigüedad: la Epigrafía Latina", en PERÉX, Mª J. (coord.): Métodos y técnicas de investigación histórica I, UNED, Madrid, 2012, pp. 579-626 (aquí, más datos sobre el libro).


CORDVBA (Córdoba)



[Templo del foro provincial en la C/Claudio Marcelo, monumentos funerarios de la Avenida de América e inscripción CIL, II2/7, 311 de la C/Rey de Heredia. Pincha aquí para una galería completa de fotografías de los restos arqueológicos Cordubenses y descarga e imprime desde aquí un muy útil y válido plano turístico de la Corduba romana que ofrece bastantes más atractivos que los que aquí se tratan]

Situación: A orillas del río Guadalquivir, Córdoba es hoy -como lo fue en la Antigüedad, momento en que ocupaba un puesto importante en la vía Augusta entre Gades y Roma (no en vano aparece citada en uno de los pocos "souvenirs" romanos que conocemos, los llamados "Vasos de Vicarello": pincha aquí) y en la vía que, por Castulo, cruzaba Sierra Morena además de un enclave privilegiado a orillas del Baetis, el río Guadalquivir- una ciudad extraordinariamente bien comunicada, casi en la "puerta" de la Andalucía más monumental -Sevilla, Granada y Córdoba son una "trilogía" casi clásica para el turista que se acerca por primera vez a esta Comunidad Autónoma- y conservando, además, casi intacto, su gran legado histórico. Un legado que, en lo que al mundo romano respecta, se forjó básicamente (aunque no sólo: basta leer algunas de las publicaciones citadas más abajo o el elenco de fuentes y acontecimientos históricos que recogen PADILLA, A., y ROLDÁN, J. M.: "Corduba", en Diccionario Akal de la Antigüedad Hispana, Madrid, 2006, p. 308) por su condición de capital de la prouincia Vlterior en época republicana y por su estatuto clave de sede episcopal transmitido por las fuentes tardoantiguas. 
Acceso: Por carretera, surcando la A-4, por tren -a través de la Alta Velocidad- o, por avión, a través, fundamentalmente, de Sevilla, Córdoba es un accesible y atractivo destino turístico de primer orden que no deben perderse, desde luego, los amantes del mundo clásico porque apenas un par de días -incluso una jornada bien aprovechada- son suficientes para el "viaje en el tiempo" que siempre supone la visita a los restos de una antigua ciudad romana (que ofrece, es cierto, otros atractivos de otras épocas que, en cualquier caso, no es éste lugar para valorar) y que en Corduba, es, además, ciertamente fascinante. Al margen de lo aquí dicho un elenco de recomendaciones sobre accesos, rutas y servicios turísticos puede verse en la sección de Turismo de la página del Ayuntamiento de Córdoba, a la que remitimos.
Tipología: Es un conocido texto de Estrabón (Str. 3, 2, 1, por cierto, muy útil este índice del libro tercero del geógrafo griego elaborado por el Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza) el que nos informa sobre la fundación de Corduba como colonia (el título de Patricia lo recibiría verosímilmente más adelante, en época de Augusto, momento en que se exhibe el rótulo COLONIA PATRICIA, y sus variantes, en las acuñaciones monetales: ver aquí) por parte de Claudio Marcello en el año 152 a. C. en los inicios del proceso de colonización de la Península Ibérica (por cierto, que para la Historia Antigua de la Península Ibérica se ha editado recientemente un trabajo en dos volúmenes en la editorial Sílex ciertamente recomendable: pincha aquí, seguramente, a día de hoy, el mejor y más actual manual de Historia Antigua de la Península Ibérica que hay en el mercado hispano) y seguramente con el estatuto de colonia latina (léase sobre ello la polémica que se recoge en Celtiberia.net, por parte de A. Mª Canto, con muchas referencias bibliográficas, y, sobre todo, un poco conocido, pero útil, trabajo de la Profª Estela García Fernández: pincha aquí, esp. pp. 383-384, en unos términos que suscribimos) convirtiéndose en pieza clave como cuartel de las tropas romanas durante la conquista en su condición de capital de la Vlterior (ver, por ejemplo, App. Ib. 65-66 y las monedas acuñadas a partir de ese momento: pincha aquí), una de las dos provincias en que fue dividido el territorio peninsular en el año 197 a. C. (manteniendo su condición de capital cuando las dos Vlteriores, Lusitania y Baetica generaron, en época de Augusto, hacia el 27 a. C., dos nuevas provincias con esos mismos nombres) y, también, dotada de notable protagonismo durante las guerras civiles entre César y Pompeyo como cuartel general de los Cesarianos (el propio César estuvo en ella en el año 49 a. C.). A partir de época augústea, su situación al pie de Sierra Morena la convirtió, hasta bien entrado el siglo II d. C., en un centro económico de primer orden ensalzado por escritores como Plinio (Plin. Nat. 34, 4), momento al que obedecen, seguramente, la mayor parte de las construcciones que puede hoy contemplar el visitante y que se levantaron en el marco de la ampliación del perímetro y la extensión del territorio colonial obrada a partir de Augusto (pincha aquí para seguir todos los acontecimientos históricos que, especialmente en la época de las guerras civiles hispanas, se vivieron en Corduba y su entorno y accede, desde aquí, a un muy recomendable vídeo en el marco de la "Ruta de Lucio Anneo Séneca" -ilustre Cordubensis- promovida por Turismo de Córdoba). La ciudad mantuvo su importancia en la tardoantigüedad como prueban no sólo algunos de sus restos arqueológicos sino la participación de su incipiente iglesia cristiana en el concilio de Iliberris/Elvira, entre el 300 y el 324 d. C.
Descripción: El viajero que acude a visitar los restos de la ilustre Colonia Patricia es muy recomendable que, con anterioridad, se haya documentado o bien en la sensacional página de ArqueoCórdoba en internet que ofrece, incluso, una fotografía aérea de Córdoba con indicación de todos los hitos arqueológicos que merece la pena ser visitados (pincha aquí) o bien en algunas de las que se citan, con propuestas de itinerario incluidas, en el apartado "Recursos en internet" de este mismo post. En cualquier caso, y al margen de la información y de las recomendaciones de visita que se ofrecen en dichos espacios nosotros sugerimos no perderse, al menos, los siguientes atractivos arqueológicos a modo de vademécum esencial para el viajero: el espectacular templo y recinto público de la C/Claudio Marcelo; los monumentos funerarios de, al menos, la Avenida de América; el denominado palatium y la uilla de Cercadilla, frente a la estación del AVE; y, por supuesto, el Museo Arqueológico de Córdoba que custodia, además, los restos del teatro en una musealización y puesta en valor ciertamente envidiables. Vamos por partes... Si hay un monumento impactante en la Arqueología Peninsular y prueba, sin duda, de la potencia de una antigua ciudad romana, sin duda ése es -junto con algunos semejantes de Tarraco o de Augusta Emerita- el recinto del culto imperial que se alza majestuoso -pues no hay otro adjetivo mejor para definirlo- en la C/Claudio Marcelo, cerca del centro monumental de Córdoba y emplazado, según parece, en el centro del antiguo foro provincial (pincha aquí para saber más): su visita es inexcusable incluso para el viajero que pase por Córdoba de manera apresurada: sólo ese espacio ya nos permite imaginar el esplendor de este lugar. Cambiando del mundo de la arquitectura pública romana al de la arquitectura privada con ecos propagandísticos hay que insistir en que no es muy habitual poder contemplar en la Península Ibérica monumentos funerarios de planta circular tan extraordinariamente bien conservados -y restaurados- como los de la Avenida de América de Córdoba (advertimos que no son los únicos espacios funerarios que pueden verse de la antigua colonia Patricia: pincha aquí). Se trata, además, de una ocasión única (ver imagen en la parte superior de este post) de comprender de qué modo este tipo de monumentos -que estarían debidamente "marmorizados" y que debieron levantarse en época de Tiberio, una de las de esplendor arquitectónico de la ciudad- se ubicaban al pie de las vías potenciando su natural efecto propagandístico y auto-representativo, en este caso, además, en la vía que venía a Corduba desde Hispalis, la actual Sevilla. Cuando, en los años noventa, se comenzaron las obras para la construcción de la nueva estación de ferrocarril de Córdoba las palas excavadoras toparon con dos estructuras -hoy visitables y salvadas en parte- que ofrecen un extraordinario ejemplo de la transformación del paisaje rural de las antiguas ciudades hispanorromanas. Así, el lugar, en Cercadilla, fue primero una notable villa rústica alto-imperial (ver aquí) para convertirse, más tarde, cerca, en residencia y posible palatium del emperador Maximiano Hercúleo (pincha aquí). Por último, el Museo Arqueológico de Córdoba ofrece una extraordinaria panorámica a la Arqueología de Corduba y de su entorno. Aunque en la actualidad permanece cerrado por remodelación gran parte del mismo, la colección epigráfica que se ofrece en la primera planta -sólo una pequeña parte del patrimonio epigráfico de la antigua colonia y de su conuentus, ahora muy accesible en la red gracias al ejemplar Centro CIL II de Alcalá de Henares- es ciertamente soberbia con algunas piezas, además, emblemáticas en el repertorio de inscripciones latinas peninsulares y que cautivarán a cualquier amante de las "piedras con letras". Entre ellas (ver, sobre el Museo, este vídeo del Canal ArtenCórdoba en YouTube, muy útil) destacaremos la que formó parte de la fuente donada a la ciudad por [L.] Corneli[us], edil y duunviro de la colonia (CIL, II2/7, 201); la hermosísima -con damnatio memoriae que afectó, en forma de nítido borrado de las letras, al nombre del emperador- del Aqua Noua Domitiana que debió construir Domiciano para la ciudad (CIL, II2/7, 220, con foto aquí) (sobre los otros acueductos de la ciudad y sus restos pincha aquí); la conmemorativa de varios juegos ofrecidos a la colonia por el sacerdote del culto imperial L. Iunius Paulinus en cumplimiento de una promesa electoral (CIL, II2/7, 221, con foto aquí); o la curiosa -por la profesión del difunto- del "acomodador" del teatro (dissignator) Titus Seruius Clarus (CIL, II2/7, 345, con foto aquí), entre otras. El recorrido por la epigrafía de Corduba puede completarse con varias piezas que tienen el encanto que siempre atesoran todas las inscripciones reutilizadas, dos miliarios a ambos lados de la entrada a la Mezquita de Córdoba por el patio de los naranjos (CIL, II, 4712) y la pieza CIL, II2/7, 311 que nos sorprende empotrada en una esquina de la C/Rey Heredia -muy próxima al Museo y coincidente con el antiguo cardo de la colonia romana- y que fue dedicada por los colonos de Corduba a un magistrado colonial (ver foto en el encabezamiento de este post, abajo a la derecha). Como se habrá deducido de los enlaces que se ofrecen y de los que se inventarían en el apartado de "Recursos en internet", más abajo, hay más que ver de la colonia Patricia pero estos cuatro lugares parecen los más recomendables y, desde luego, los imprescindibles para quien quiera hacerse cargo de la Arqueología de una de las ciudades más ejemplares en cuanto a gestión de su patrimonio arqueológico urbano (sigue leyendo más abajo en los dos próximos epígrafes si quieres descubrir más atractivos visitables en el lugar).
Bibliografía: En cualquier contexto -sea urbana o sea rural- la Arqueología o, mejor dicho, la investigación y la gestión del patrimonio arqueológico, debe partir de instituciones especializadas en investigación por más que, a la postre, esta colabore -en una complementaria sinergia- con empresas de carácter privado especializadas en Arqueología (ver una reflexión nuestra, antigua, en este mismo blog, aquí). En las ciudades en que esa sinergia ha sido posible se han evitado los efectos -a veces perniciosos- de una Arqueología sólo en manos de arqueólogos profesionales y, por otra parte, sin conexión con el mundo universitario y los resultados y la calidad de la transferencia de los avances de la investigación han saltado a la vista haciéndose no sólo patentes sino, también, modélicos. Córdoba es, gracias al Departamento de Arqueología de la Universidad de Córdoba y, en particular, al empuje del Prof. Dr. Desiderio Vaquerizo y su equipo, un ejemplo de ello: grupos de investigación, excavaciones, programas de estudio de materiales, coloquios, publicaciones científicas, cursos de formación, conferencias de divulgación han colocado a Córdoba -y a la vieja colonia Patricia- en una posición privilegiada en materia de gestión, conservación y difusión del patrimonio arqueológico haciendo que los constantes trabajos arqueológicos desarrollados en la ciudad alimenten -cuando no inspiren, también- la dinamización de nuestro conocimiento sobre el pasado romano en toda la Península. Precisamente en torno a esa Cátedra de Arqueología de la Universidad de Córdoba se han promovido algunas de las publicaciones de referencia para conocer la Arqueología de esta ciudad si el valor de las mismas, muchas veces -y ello es prueba y refrendo de su calidad- va más allá del local trascendiendo a Corduba e, incluso, a la Bética. Resulta difícil hacer una selección  del ingente volumen de publicaciones útiles pero, personalmente, sí recomendaría la lectura -como punto de partida- del evocador trabajo de VENTURA, Á.: "Las élites de la colonia Patricia. Año 5 a. C.: un ejemplo de puesta en escena literaria y monumental", en Espacios, usos y formas de la Epigrafía hispana en épocas antigua y tardoantigua, Mérida, 2009, pp. 375-295 -un texto entre la Arqueología, la Historia y la Literatura: delicioso, admirable, fantástico...- y, después, de los volúmenes de MÁRQUEZ, C., BAENA, Mª D., y VAQUERIZO, D.: Córdoba, reflejo de Roma, Córdoba, 2011 o, por supuesto, del libro de L'Erma di Bretschneider Las capitales provinciales de Hispania. 1. Córdoba: Colonia Patricia Corduba, Roma, 2004 algunos de cuyos volúmenes se han recomendado ya aquí a propósito de otros enclaves arqueológicos urbanos hispanorromanos. Lógicamente, al margen de ello existe toda una amplísima bibliografía que permite hacer un extraordinario seguimiento de algunos (sino prácticamente de todos) de los aspectos centrales de la Arqueología cordobesa -algunos, como se ha dicho, con conclusiones y aportaciones de validez hispana general como los contenidos en los volúmenes VAQUERIZO, D. (ed.): Funus Cordubensium. Costumbres funerarias en la Corduba Romana, Córdoba, 2001 o Espacios y usos funerarios en el Occidente Romano, Córdoba, 2002 o las recientes aportaciones de la envidiable y muy meritoria serie Monografías de Arqueología Cordobesa, a saber: El anfiteatro romano de Córdoba y su entorno urbano: análisis arqueológico (siglos I-XIII d. C.), Córdoba, 2010 y Las áreas suburbanas en la ciudad histórica: topografía, usos, función, Córdoba, 2010- que atestiguan esa labor de transferencia y que (otro indudable mérito de estos equipos investigadores) no es difícil localizar en la red (gran parte de esta producción bibliográfica -y, en cualquier caso, un elenco sustancial y básico para conocer la evolución jurídica, histórica, institucional y monumental de Corduba, capital de la Vlterior- puede verse en la sección "Artículos on-Line" de la serie Simulacra Romae de la Biblioteca Digital Miguel de Cervantes -pincha aquíasí como en la sección, del mismo título, de ArqueCórdoba). En cualquier caso, para seguir las novedades conviene estar al tanto de esa página del Grupo de Investigación ArqueoCórdoba (especialmente aquí) donde periódicamente se presentan nuevas publicaciones, convocatorias de reuniones científicas y de investigación, dossier de noticias de prensa, etcétera...
Recursos en internet: Además de la inexcusable página de ArqueoCórdoba, ya antes citada, y de la sección correspondiente a "Visita los Monumentos" de la serie Simulacra Romae de la Cervantes Virtual, existen propuestas de visitas y puede hacerse acopio de datos históricos y arqueológicos sobre la ciudad romana que nos ocupa -además de en la recurrente Wikipedia- en la página ArtenCórdoba (con una sección muy bien documentada sobre Corduba) y en la web amateur Tarraconensis que, en otras ocasiones, también hemos puesto a vuestra disposición desde este blog (especialmente útil es, en este espacio, la lista cronológica que recoge todos los avatares históricos de la colonia y que ya antes se citó). Prescindimos de ofrecer más recursos pues estas páginas ya incorporan no sólo documentación suficiente sino también enlaces a otros sites en los que documentarse y aprender. Para seguir el día a día de la investigación arqueológica en Córdoba resulta inexcusable también el blog Arqueología en Córdoba.
Recomendaciones: Para quienes residimos en el Norte, acercarse al Sur -al margen de tópicos sobre la diferencia en el carácter Norte/Sur, a veces, cuando no siempre, absurdos- es, desde luego, una oportunidad de conocer -para lo bueno y para lo malo- otro modo de vivir. Córdoba es, desde luego, una hermosísima ciudad, creciente pero, a la vez, recogida, calurosa en verano pero siempre cálida por la hospitalidad de sus gentes, y hermosa, desde luego, en otoño y en primavera. Sería pretencioso glosar aquí cualquier recomendación turística en una ciudad que vive, en parte, de este sector y que ofrece decenas de restaurantes y de alojamientos capaces de satisfacer el amplio abanico de usuarios y, seguro, de lectores de este blog (ver aquí un banco de datos sobre restaurantes y aquí otro sobre hoteles procedentes de servidores convencionales con este tipo de información) pero, no obstante, algunas se darán pues para ello está esta sección de "Recomendaciones" de Oppida Imperii Romani. En materia de restauración -y siguiendo la filosofía de "experiencias reales" de este espacio- nuestra recomendación pasa por varios enclaves todos, además, bien diversos (prescindimos de citar cualquiera de las tascas y tabernas que, en el entorno de la célebre Mezquita, permiten degustar las especialidades típicas de la cocina cordobesa -no perderse el "rabo de toro", por ejemplo-). Para desayunar, almorzar a media mañana, o merendar es inexcusable la Pastelería Roldán -especialmente la de la Avenida de la Victoria, frente a los monumentos funerarios de la Puerta de Gallegos antes citados- donde una "monumental" tostada con mantequilla ofrece la oportunidad de, en un rincón muy agradable de Córdoba, disfrutar del placer de las cosas pequeñas, caseras y sencillas. Para comer o cenar son recomendables -especialmente si se va con niños- las pizzerías Pizzaiolo (que ofrecen algo más que pasta, pizza y cocina italiana en su menú, pudiéndose degustar algunas especialidades locales tradicionales muy bien presentadas). No podía faltar, en este blog de carácter arqueológico, la recomendación gastronómica del Restaurante Cuevas Romanas, ubicado a las afueras de Córdoba e instalado en el lugar de una de las antiguas canteras de aprovisionamiento de piedra para las construcciones de la ciudad romana (sobre las canteras ver, por ejemplo, la descripción que de ellas hace la siempre útil página de ArqueotuR). Respecto de los alojamientos, recomendaremos dos, uno en el centro histórico -casi al lado de la Mezquita, con todas las ventajas que ello supone- y otro en la residencial y tranquila barriada de El Brillante, al pie de la sierra. El primero es el elegante y, al tiempo, funcional Hotel Maimónides y el segundo el Hotel Las Adelfas que, aunque algo apartado del centro -media hora a pie- ofrece algunas comodidades (zona de aparcamiento, piscina...) que, desde luego, compensan. Y aunque Córdoba trae, necesariamente, evocaciones de los versos lorquianos (cada cuál tendrá los suyos in mente), al autor de este blog la ciudad también le sugiere el título de una poco conocida -y hermosa- canción de los Duncan Dhu (pincha aquí para escucharla con imágenes, además, de la ciudad). Una buena melodía para una visita evocadora como pocas al corazón de la Baetica romana.


BAELO CLAVDIA (Bolonia)




[Plaza pública y basílica de Baelo Claudia y teatro de la ciudad]
[Pincha aquí para visualizar varias recreaciones virtuales de algunos de los edificios de la ciudad, incluidos ambos edificios, a cargo de E. Barragán. Accede desde aquí a una galería guiada y comentada de fotografías de la ciudad]


Situación: A orillas del mar -elemento geográfico que concedió a la ciudad una notable importancia en época antigua y, en particular, romana, condición ya extaltada y ponderada por Estrabón, que llamó la atención de la proximidad de la ciudad a África (Str. 3, 1, 8)- se levantan las ruinas de Baelo Claudia, casi en plena playa de Bolonia, una pedanía perteneciente al municipio gaditano de Tarifa. La ciudad, en época romana, pertenecía al antiguo conuentus Gaditanus, con capital en Gades (Cádiz). Por cierto que se trata, Baelo Claudia, de la primera -no será, desde luego, la última- ciudad de la Baetica que desfila por este blog (ver aquí un listado de comunidades y reducciones a localidades modernas de esa antigua provincia romana, ciertamente útil y organizadas por distritos jurídicos). La ubicación de sus ruinas en el centro del Parque Natural del Estrecho, a tan sólo 96 kilómetros de Cádiz y a 180 de Málaga (precisamente, según el Itinerario de Antonino -It. Ant. 407, 3- Baelo era mansio de la vía que unía Gades y Malaca), convierte a éstas en uno de los yacimientos más visitados de la Península Ibérica, habitualmente, además, saturado -para lo bueno y para lo malo- de turistas. No es para menos porque sus restos son un clásico de la Arqueología Clásica peninsular, una visita -tal vez con la de Augusta Emerita, Italica, Segobriga y Tarraco- inexcusable para todo amante del mundo romano y de su huella en nuestras tierras.
Acceso: Aun hoy, a las impresionantes ruinas de Baelo Claudia se accede por un desvío -perfectamente indicado- en la N-340 que conecta, como antes decíamos, Cádiz y Málaga. Desde que se toma el desvío para acceder a la CA-P-8202, dirección Bolonia, el viajero ha de atravesar una sinuosa -y normalmente transitadísima- carretera de casi diez kilómetros que termina, precisamente, en la puerta de acceso al yacimiento, presidida por los edificios de atención a los visitantes que se han instalado allí y por la explanada de aparcamiento. El paisaje es, desde luego, evocador de la excelente posición de que la ciudad romana disfrutó en mitad de una ensenada abierta al mar.
Tipología: Citada por numerosas fuentes en la Antigüedad (véase un elenco de las mismas en las publicaciones que se citan en la Bibliografía o, también, en la selección, siempre útil, que hace PADILLA, A.: "Baelo", en ROLDÁN, J. M. (dir.): Diccionario Akal de la Antigüedad Hispana, Madrid, 2006, p. 125)  la ciudad -atribuida por Plinio a las comunidades del conuentus Gaditanus (Plin. Nat. 3, 7, 5, 2)- debió alcanzar el estatuto municipal en época de Claudio tal como atestigua la referencia m(unicipium) C(laudium) B(aelo) testada en una de las inscripciones de la ciudad, la dedicada por el propio municipio a Q. Pupius Vrbicus, hallada en el foro (AE, 2009, 576) manteniendo su ocupación, cierto que en los últimos siglos, de modo residual, hasta bien entrado el siglo VI d. C. También Baelo Claudia -como otras muchas ciudades hispanas- comenzó a padecer crisis y transformación a partir del siglo III d. C., un fenómeno que conocemos por otros posts de este blog (pincha aquí) y que recientemente ha merecido una reunión científica en Cartagena (ver aquí) cuyas actas habrán de convertirse en trabajo de referencia sobre esa aparente no-sostenibilidad de muchos centros urbanos hispanorromanos a partir de época antonina. Una de las grandes virtudes del conjunto arqueológico -cierto que el visitante no puede contemplarla in situ- es su extraordinario catálogo epigráfico compuesto de casi dos centenares de inscripciones -muchas de ellas de naturaleza funeraria- que han aportado mucha información a la historia de las principales familias de la ciudad (acceder a catálogo en Hispania Epigraphica OnLine aquí).
Descripción: Tras la visita al extraordinario Museo que se ha instalado en el lugar, el visitante inicia su paseo por las ruinas contemplado el hermoso acueducto (ver vídeo aquí), uno de los tres con que contaba la ciudad, edificado éste en época de Augusto, poco después de que el enclave indígena -que se ha ubicado en La Silla del Papa y del que hablan las fuentes clásicas (Ptol. Geog. 2, 4, 5 además de las monedas libo-fenicias: ver aquí)- se trasladase al llano. De allí, y por la puerta Este, el visitante se adentra en los tres grandes atractivos del conjunto arqueológico: el macellum, la basílica, la zona sacra y, en último término, el teatro (remitimos a la propuesta de recorrido que hace y explica de modo excelente la página de Baelo Claudia en la Junta de Andalucía, aquí). El visitante debe reparar en la extraordinaria articulación vial del enclave, con un decumanus -por el que se accede- que corta con un monumental cardo que, bajando de la zona pública y religiosa, se dirige hacia la factoría de salazones que debió dar fama al lugar en la Antigüedad y, sobre todo, el modo cómo se articula el foro que cuenta con tabernae, espacios para reuniones y actividades administrativas (en dos de ellos se ha creído encontrar la curia y el tabularium, es decir, el "senado local" y el "archivo municipal") y, lógicamente, edificaciones de naturaleza sacra siguiendo los modelos tardorrepublicanos y augústeos con los que se construyeron tantos foros en la Península Ibérica. En época alto-imperial, parte de la actividad comercial de ese foro se trasladó algo más al Sur, a la zona del decumanus maximus tal como exigían los programas arquitectónicos en boga en la época, tendentes siempre a separar la actividad comercial de la administrativa de los foros (aunque hace falta una actualización, sigue siendo útil el trabajo de JIMÉNEZ, J. L.: Arquitectura forense en la Hispania Romana. Bases para su estudio, Zaragoza, 1987 y otros suyos -ver aquí- respecto de este singular y clave tipo de edificios urbanos). Con una dilatadísima, y azarosa, historia investigadora (ver un excelente resumen aquí), en el último verano, el de 2012, la Universidad de Alicante y la Universidad de Cádiz han estado trabajando, con notables resultados, en la necrópolis de la ciudad (pincha aquí) y en unas posibles termas ubicadas junto a la puerta Oeste de la antigua ciuitas (pincha aquí, para consultar el reportaje publicado al respecto por El País). Si no puedes visitar personalmente la ciudad romana, tal vez este vídeo de YouTube o esta presentación de slides -pincha aquí- puedan ayudarte aunque, a buen seguro, no podrán reemplazar las sensaciones que se tienen al pasear por sus ruinas...
Bibliografía: Un yacimiento que ha sido objeto de investigación -durante muchos años- por parte de los colegas franceses de la Casa de Velázquez (garantía, sin duda, de calidad en el trabajo y de adecuada transferencia de resultados) no puede menos que contar con una vastísima producción bibliográfica de la que aquí ofreceremos sólo una selección. Un clásico es ya el trabajo de SILLIÈRES, P.: Baelo Claudia, una cité romaine de Bétique, Madrid, 1995 como también lo es el catálogo epigráfico de la ciudad publicado por BONNEVILLE, J.-N,. y DARDAINE, S.: Belo V. L'épigraphie: les inscriptions romaines de Baelo Claudia, Madrid, 1988 (en el Museo del yacimiento destacan los epígrafes AE, 1988, 728 e HEp2, 257, cristiana) libro éste perteneciente a la serie Belo, que, en nueve excelentes volúmenes -herederos y continuadores de los trabajos de PARIS, P.: Fouilles de Belo, Burdeos, 1923-1926, pioneros- repasan casi todos los aspectos arquitectónicos y también de cultura material del lugar por firmas tan prestigiosas como las de J. Lancha, J.-P. Bost o F. Mayet, sin duda "historia viva" de la investigación en Arqueología. Para las zonas objeto de excavación más reciente puede verse ARÉVALO, A., y BERNAL, D.: Las cetariae de Baelo Claudia: avance de las investigaciones arqueológicas en el barrio meridional (2000-2004), Sevilla/Cádiz, 2007 y debe consultarse -pues se siguen los trabajos en la zona- el volumen de REMESAL, J.: La necrópolis Sureste de Baelo, Madrid, 1979. Precisamente, los trabajos de José Remesal han dinamizado sobremanera la investigación peninsular sobre la producción y exportación de dos productos hispanos clave, el aceite y el garum, de notable arraigo en la Bética y que debieron -sobre todo el segundo- producirse en Baelo Claudia (es una lástima que la zona de la industria de salazones, ubicada junto a la playa de Bolonia, a pie de yacimiento, no pueda hoy visitarse) añadiendo, en este sentido, una interesante línea investigadora sobre la ciudad que nos ocupa. Además de la bibliografía generada por el Grupo CEIPAC, el Grupo de Investigación coordinado por el Prof. Remesal (con algunos títulos disponibles en pdf online) resultan útiles los trabajos de Lázaro Lagóstena, Profesor Titular de Historia Antigua en la Universidad de Cádiz y miembro del citado grupo (el buscador de artículos dentro del CEIPAC es, ciertamente, útil, a este respecto: pincha aquí), autor del que podría destacarse, respecto de Baelo Claudia y su contribución a la producción de garum, el trabajo La producción de salsas y conservas de pescado en la Hispania Romana (II a. C.-VI d. C.), Barcelona, 2001 (pincha aquí para más detalles). Visitar la página en dialnet de este autor (pincha aquí) puede resultar un buen complemento para quien esté interesado en publicaciones online sobre esta cuestión pues hay varias disponibles en dicho site (a este respecto resulta también útil la bibliografía que puede obtenerse buscando "Baelo Claudia" en el buscador de la sección Historia y Arqueología de las Civilizaciones de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes).
Recursos en internet: Baelo Claudia es, sin duda, uno de los yacimientos arqueológicos más visitados del país y, por eso, aunque el yacimiento carece de una página web propia (sí de un par de sites en la sección de Turismo de la Junta de Andalucía, ya antes citados: pincha aquí o aquí, con toda la información básica y de una página en la red social Facebook: aquí) hay en internet abundantes recursos sobre la misma. Además de las excelentes -e inexcusables- recreaciones virtuales del teatro y de la basílica obra de Eduardo Barragán y que aparecían "enlazadas" en la parte superior de este post, bajo las fotografías) quien vaya a visitar esta ciudad romana no debe perderse, antes o después, el vídeo panorámico que este infografista pone a nuestra disposición en YouTube y que permite un extraordinario paseo virtual sobre la ciudad (pincha aquí). La voz que se dedica a Baelo en Wikipedia aporta, además, planimetría y una útil galería de imágenes de la ciudad (complementar con la que ofrece la web MundoCultural y con las citadas más arriba) enlazando, además, con la sección de la web del Ayuntamiento de Tarifa en la que puede descargarse una fotografía panorámica a 360º sobre las ruinas de la ciudad, ciertamente impresionante (pincha aquí). Con los que se celebran en Ampurias, en Gerona, los Cursos de Arqueología de Baelo Claudia son de los más prestigiosos de nuestro país, por eso, si eres estudiante universitario y quieres participar en uno de ellos no dejes de consultar la web del Servicio de Extensión Universitaria de la Universidad de Cádiz, responsable de la organización y gestión de los mismos cada verano. Toda filosofía debe acabar en pedagogía, escribió Wilhelm Dilthey. Casi podría decirse lo mismo de la Arqueología y de las Ciencias de la Antigüedad, la pedagogía, la transferencia de resultados de la investigación debe ser fundamental en cualquier proyecto arqueológico, por eso, resulta gratificante comprobar que, también sobre Baelo Claudia, hay algunos recursos pedagógicos para escolares en red como el cuento Sara y Lola visitan Baelo Claudia, de Editorial Eolo. Delicioso.
Recomendaciones: Lógicamente, la mayor parte de los visitantes que acuden a Baelo Claudia lo hacen atraídos por el atractivo turístico que ofrece la localidad de Tarifa, convertido en un paraíso para surfistas y windsurfistas y para amantes de la playa y del contacto con la naturaleza. No es para menos dada la amalgama entre arena, viento y sol que puede encontrarse en el lugar, cierto que el segundo elemento dificulta muchas veces disfrutar de la playa en condiciones. Callejear por Tarifa es, desde luego, un buen complemento -casi necesario- a la visita de Baelo Claudia. Y aunque hay muchas opciones de restauración recomendables (pincha aquí para un catálogo de todas ellas, por especialidades), quien escribe este blog recomienda -sobre todo si la visita se hace con niños y con carácter familiar- detenerse en la original pizzería Tránsito Tropical, pequeña y acogedora -algo lenta en el servicio- además de singular. Para alojamiento, en las afueras de Tarifa, en la zona de playas, es célebre el Hotel Dos Mares, un elegante y confortable hotel, si bien no faltan otras opciones más modestas en los alrededores que ofrecen el mismo paisaje y, aunque menos comodidades, la misma situación que ofrece éste (ver lista aquí). La riqueza patrimonial, turística y cultural de Andalucía, especialmente de su zona oriental -provincias de Málaga y parte de Cádiz- hace que, a poco más de una hora de Baelo Claudia el visitante pueda encontrar abundantes ofertas de alojamiento en zonas tan visitadas como, entre otras, las localidades de San Pedro de AlcántaraMarbella, Puerto Banús o Mijas, en la reputadísima Costa del Sol. Fue desde el complejo hotelero y recreativo Marriot's Playa Andaluza (entre San Pedro de Alcántara, Estepona y Cancelada) desde el que tuve la ocasión de visitar Baelo Claudia, un complejo ciertamente de ensueño -cierto que, también, algo elitista- pero dotado de un espíritu familiar inigualable. Por cierto, para el que quiera comer en Marbella alejado del bullicio de la zona más turística de la ciudad y con posibilidad de recorrer la variada gastronomía de la zona, resulta especialmente recomendable el Restaurante La Venencia, en la Plaza de los Olivos, con una buena relación calidad/precio.